Sabemos que es difícil explicar a que huelen las trufas debido al amplio abanico de sabores y aromas que tienen, pero vamos a ello.
No todas las trufas tienen el mismo sabor.
Si alguna vez habías probado una trufa fresca en temporada y ya tenias un recuerdo de su aroma o sin haberlas probado, pero animado por los comentarios de las cualidades y de su fantástico aroma y sabor y ademas llevado por el bajo precio al que se venden en los supermercados, habéis acabado llevando a casa un frasquito pequeño con unos 10 gramos de trufa por un precio aproximado de 4 o 5 € y sí, una vez abierto te sientes engañado por el aroma químico y poco sabor que desprenden.
Pues tenemos que explicarte que en estos casos se trata de alguna variedad de trufa china o alguna de las variedades de menor aroma pero si te fijas bien seguramente con aromas añadidos.
Y no hablemos ya, que da para otro blog, sobre la salsa de trufa en la que el mayor componente es el champiñon y un porcentaje de trufa menor del 5% ademas de llevar aromas añadidos.
Tenemos que decir que existen unas 100 variedades de trufas, todas ellas con diferentes aromas, sabores, color, aspecto y cualidades. Muchas de ellas no tienen ningún valor culinario así que vamos a centrarnos en la TUBER MELANOSPORUM, que es la que se cultiva aquí en Teruel que ademas de ser de las mas apreciada culinariamente es una de más accesibles para todo el mundo.
La rueda aromática de la trufa negra Tuber Melanosporun es muy compleja y además difícil de imitar, ya que se compone de mas de 50 compuestos diferentes que intervienen en su composición final, entre ellos frutas, queso mantequilla, caramelo, cuero champiñón, entre otros.
Estos aromas y sabores son como los grandes vinos o perfumes que albergan en su interior algo muy mágico que los hace únicos. No dejes de probarla y que no te lo cuenten.