TÉCNICA SENCILLA PARA UNA LIMPIEZA IMPOLUTA
Limpieza de la Trufa Negra
Una limpieza perfecta
Las trufas, siendo un ingrediente de gran delicadeza y valor, requieren un cuidado especial a la hora de limpiarlas. Nosotros aconsejamos no limpiar las trufas inmediatamente después de la cosecha, es fundamental hacerlo antes de cocinarlas para preservar su calidad.
La tierra que cubre la trufa cuando se extrae del suelo ayuda a mantener intacto su aroma y sabor, actuando como una capa protectora natural que favorece su maduración. Sin embargo, cuando llegue el momento de utilizarla, es esencial limpiarla adecuadamente para garantizar que no haya restos de tierra ni impurezas que puedan afectar su sabor. Este proceso de limpieza debe realizarse con especial atención, ya que la trufa es muy sensible tanto a la humedad como a los olores externos, que pueden alterar sus características organolépticas.
Para hacerlo correctamente, se recomienda lavarse las manos primero, luego cepillar suavemente las trufas, preferiblemente en seco, pero un poco de agua está bien. Si se usa agua, hay que secarlas con una servilleta de papel. Las trufas se pueden cortar o rallar según el plato que se desee preparar.